Naciones Unidas, 17 Ene (Notimex).- Una quinta parte de la población mundial vive en zonas que registran violencia o inestabilidad, por lo que la agenda del desarrollo debe enfocarse en estos individuos, apuntó hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
“Al menos una quinta parte de la población, y cerca de la mitad de los pobres y de todos los niños en edad escolar, vive en países que experimentan violencia, conflicto político, inseguridad y fragilidad”, dijo Ban ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU).
En un discurso en el que delineó las prioridades del organismo para 2014, el titular de la ONU aseveró que era en estos países donde la agenda del desarrollo debía tener mayor impacto, por lo que pidió a los líderes mundiales trabajar en beneficio de la humanidad.
Destacó además su consternación por las manifestaciones recurrentes de odio entre grupos religiosos y étnicos, y que en algunas naciones desarrolladas se use a minorías y migrantes como chivos expiatorios, debido a que esto incrementa peligrosamente las tensiones sociales.
Asimismo, el dirigente de la ONU hizo referencia a las tres naciones con los mayores conflictos a nivel mundial: Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana, países “con riquezas naturales, ciudadanos productivos y hermosas historias”.
Llamó a los líderes de esas naciones a actuar en beneficio de sus pueblos y el mundo, y fustigó las “acciones inmorales e irresponsables de demasiados individuos con influencia” en dichos países.
Destacó en ese sentido el valor de la ONU como única gran institución global conformada para lidiar con los “fallas humanas” en el mundo, y pidió a los Estados miembros de la organización a ser más generosos en sus contribuciones.
“Esta organización mundial no debería tener que rogar a los gobiernos por las tropas, policías o los recursos que necesita, mientras que las víctimas de la guerra y la pobreza sufren y mueren”, enfatizó el secretario general.
Al contrario, subrayó, la ONU debería dar resultados a todo el mundo, debido a que eso es “lo que esperan y merecen” las naciones.
